CRITICA EL ALUCINANTE MUNDO DE NORMAN (62%)



   Sam Fell (Ratanpolis, El valiente Despereaux) dirige junto al debutante Chris Butler (trabajó en la elaboración de storyboard en “Tarzán 2”, “La novia cadáver” o “Los mundos de Coraline) que además se encarga del guión, una historia que mediante la técnica del Stop-motion, el 3D y efectos digitales, intenta acercar a los más pequeños de la casa la magia que destilan clásicos de la Universal como Drácula, El hombre lobo, Frankenstein o La momia en una historia que a pesar no ser excesivamente original, se reserva un puñado de risas a través de un humor en ocasiones excesivamente macabro y unos cuantos giros en la trama que consigue que no perdamos el interés.

   Norman (voz de Kodi Smith-McPhee (The Road, Déjame entrar (2010)) vive en un pequeño pueblo junto a sus padres, hermana y…el espíritu de su abuela, ya que Norman tiene la capacidad de hablar con los muertos y fruto de ello es el hazmerreir de todos. Este “don” tendrá que utilizarlo para acabar con una vieja maldición que reina sobre el lugar.

   Con la apertura que se hace a la cinta en un formato de 4/3 y un terror casposo y cutre nos sirve como una declaración de intenciones de lo que nos vamos a encontrar en los próximos 90 minutos. Divertidos guiños a "Viernes 13", "El día de los muertos", "La noche de Halloween" o "El mago de Oz" pero en versión descafeinada y apta para todos los públicos.

   Otro de los trabajos de Butler, la fantástica y tal menospreciada "Los mundos de Coraline", posee vértices en común con este otro como es el diseño de personajes, un diseño grotesco y en ocasiones desproporcionado que tal vez pueda recordar al cine de animación de Burton, la construcción de la historia donde dos mundos chocan siendo el detonante de la historia, y por supuesto el uso del Stop-motion (animación frame a frame) que todo sea dicho, otorga una plasticidad a las texturas y al movimiento que a mí me parece una maravilla.

   La historia tiene un humor que tal vez no sea apta para niños excesivamente pequeños o que se asusten con facilidad, aunque sí que es cierto que por cada escena de un “escalofriante humor” como reza el cartel de la película, hay otra tierna y esperanzadora.

   Una película amena, divertida y a los más "peques" seguro que les regalará algún que otro sustillo pero sin maldad ninguna.

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CRITICA LAS SESIONES (58%)



   Mark O'Brien (John Hawkes), un poeta y periodista discapacitado que vive con un pulmón artificial, decide que a los 38 años ya es hora de perder la virginidad. Con la ayuda de su terapeuta y la orientación de un sacerdote (William H. Macy), se pone en contacto con Cheryl Cohen-Greene (Helen Hunt), una terapeuta sexual.

   La cinta está dirigida por  Ben Lewin (que hace dieciocho años desde que dirigiera su última película Golpe de suerte), que también se encarga del guion basándose en un artículo escrito por el propio O´brien. La gran construcción de los dos personajes principales hace que el tanto el tono como la credibilidad de la película sean los elementos más destacables y lo que distingue a la película de un telefilm de sobremesa.

   Obviamente en una producción de estás características es fundamental que los actores tengan determinada solvencia para no caer en los típicos tópicos y hacer una interpretación fácilmente lacrimógena, que no emotiva. Tanto John Hawkes (Contagio, Martha Marcy May Marlene, Identidad) como la siempre excelente Helen Hunt (Naúfrago, ¿En qué piensan las mujeres, Mejor Imposible) levantan la película y justifican el pago de la entrada, dotando a sus interpretaciones de una humanidad y una fuerza impactantes (sobretodo Hunt que si no hace más papeles será porque ella no quiera). Secundando, y equilibrando las poderosas y dramáticas interpretaciones, está el siempre genial William H. Macy (Fargo, serie Shameless, Magnolia ) como sacerdote y amigo de O´Brien.

   No suelen gustarme mucho este tipo de películas, me da la sensación de que por muy emotiva que sea la historia, lo que se cuenta no se hace por un afán de comunicar o de intentar que llegue al gran público, sino por lograr un reconocimiento (en su mayoría interpretativo) dentro del engranaje de la industria cinematográfica. Los papeles como estos son por los que se inventaron los premios y suele ser el motivo por el que se ruedan estas películas. Pero esto no quita valor, importancia y mérito al gran trabajo interpretativo que hacen tanto Hawkes como Hunt (más esta última que arriesga mucho cómo actriz a sus casi cincuenta años con éste papel).
 
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CRITICA AMOR ES TODO LO QUE NECESITAS (56%)



   La directora danesa Susanne Bier (Cosas que perdimos del fuego, Hermanos, En un mundo mejor) cambia su habitual tono gris y duro por uno un poquito más colorido aunque con la misma dureza y fuerza, en esta “comedia romántica” protagonizada por el casi sexagenario Pierce Brosnan.

   Ida (Trine Dyrholm) es una mujer que además de lidiar contra el cáncer, descubre que su esposo la engaña. En un intento por animarse, planea ir a Italia, donde su hija se casará. Sin embargo, al llegar al aeropuerto, Philip (Pierce Brosnan), padre del prometido de la novia, choca su coche con el de la protagonista.

   Bier surge del movimiento dogma y eso se nota en sus películas (en los encuadres, la textura, los colores, etc…). Casi todas tienen una frialdad y una rudeza que choca frontalmente con la definición de “comedia romántica”, por eso es curioso ver como una directora tan alejada de esas estrictas normas que impone el género logra sacar a flote este proyecto.

   Pese al buen hacer tras las cámaras de Bier, no hay duda de que el guion de Anders Thomas Jensen (colaborador habitual y autor de los libretos de En un mundo mejor, La duquesa), y la propia Bier, se queda en tierra de nadie al redundar en fondo y forma con otras comedias similares (el aire y recuerdo de Mamma Mía!! planea casi todo el metraje sobre ella). Pero esto no es por definición malo, ya que la aportación que se hace en cuanto al tratamiento de los personajes es muy destacable (cosa que no se puede decir de todas estas películas), sin que en ningún momento se pretenda caer en el sentimentalismo barato.

   La película le debe casi todo a las excelentes interpretaciones del siempre elegante Pierce Brosnan (Remington Steele, saga James Bond, El cortador de césped y que curiosamente estaba en Mamma Mía!!), la danesa Trine Dyrholm (Celebración, En un mundo mejor) y la excéntrica Paprika Steen (Celebración). La rotundidad que todos los actores le dan a sus papeles es lo que hace que la película emocione e impacte, divierta y te haga sonreír (la escena en la que Ida se baña desnuda a los ojos de Philip es de una belleza y dureza conmovedora).

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CRITICA INFANCIA CLANDESTINA (79%)


   “Infancia clandestina” es la película que presenta la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Argentina para representar al país en la próxima gala de los Oscar. Premiada en Festivales como el de San Sebastián, La Habana o Philadelphia la cinta narra la historia de Juan, un chaval de doce, que tras pasar años en el exilio junto a sus padres, vuelve a su país natal, Argentina, donde aún perdura el régimen militar que le hizo huir.

   Podríamos llegar a pensar que estamos ante una cinta más de disidentes donde nuevamente se dan situaciones como casas con doble pared donde poder esconderse si la cosa se pone fea, teléfonos pinchados, salidas nocturnas con peligro de no volver, brindis por los compañeros caídos, ojos vendados que no saben a donde van o disparos en la puerta de casa por un coche que a gran velocidad pasa por nuestro lado y sí, “Infancia clandestina” vuelve a plantear estas situaciones. Lo que hace que esta película sea excepcional es el ojo con que presenta esta situación, que no es otro que el punto de vista de un chaval, en vez de posicionarse en el lugar de los adultos como millones y millones de veces lo hemos visto. La película está planteada de manera brillante porque toma como eje central un niño que de casa hacía afuera intenta fingir llevar una vida normal cuando la realidad es bien distinta.

   Sorprende encontrarnos ante la ópera prima de Benjamín Ávila (La gotera, Nietos) que además escribe el libreto junto a Marcelo Müller (Bendita TV). Cierto es que Benjamín venía del mundo del cortometraje, documental, producción e incluso edición, pero llama la atención a nivel formal el pulso con el que está narrada la historia, siendo destacable el tratamiento que a la violencia se le da en la película, utilizando de manera brillante como recurso visual y elipsis viñetas a modo de storyboard, combinadas con un excelente trabajo de edición de sonido. También destaca la partitura que componen Marta Roca Alonso y Pedro Onetto a base de violín y piano y la fotografía de Iván Gierasinchuk que combina lo cotidiano con determinadas escenas donde se imprime un cierto alo de lirismo.

   La mayoría del reparto está formado por actores/actrices cuyo trabajo principal lo podemos encontrar en Argentina siendo desconocidos para una gran mayoría aquí: Natalia Oreiro (Música en espera, Las vidas posibles), Cesar Troncoso (Mal día para pescar, El baño del papa), Cristina Banegas (Géminis, Invocación) o el debut del joven Teo Gutiérrez Romero. Ernesto Alterio (El otro lado de la cama, Días de fútbol) es la cara más conocida de todos y además coincide que, aunque el resto del reparto está muy bien, compone el mejor personaje de la película. Nuevamente vuelve a hacer uso de esa capacidad que tiene de conseguir dar forma y construir un personaje entrañable con el que nos reímos sin que éste lo pretenda. Suyas son las dos mejores escenas de la película y que sólo por ellas merece la pena pagar la entrada del cine que consisten en un simple dialogo, ¡y vaya diálogos, señores!, que mantiene el personaje de Teo con Ernesto.

   Con los mismos elementos que hemos visto una y otra vez en las historias de disidentes que luchan contra un régimen en el que no creen, “Infancia clandestina” se alza como una propuesta contada con imaginación, diferente, donde palabras como entrañable y crudeza pueden aparecer en el mismo párrafo.

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CRITICA EL CUERPO (55%)


   Debut en la dirección de largometrajes del escritor Oriol Paulo (guionista de Los ojos de Julia, Guillem Morales). Con El Cuerpo, Paulo intenta hacer partícipe al espectador de un puzzle compuesto por: mentiras, traiciones, asesinatos y manipulaciones, en el que debe descubrir (junto con el protagonista) quien miente más…y mejor.

   Uno de los aciertos que tiene la película es situar el grueso del metraje dentro de un escenario tan particular e inquietante como es un Instituto Anatómico Forense. Esta acotación de “movimientos” es muy bien aprovechada por el director, que si bien no la desarrolla en forma de sustos (que hubiera sido lo previsible), si que logra que se produzca una casi permanente sensación de agobio e incomodez que ayuda mucho al ritmo de la película.

   Oriol Paulo colabora junto a Lara Sendim (guionista de series como El cor de la ciutat o La riera) en configurar una trama que intenta alejarse en todo momento de lo obvio, apostando por una narración partida de los hechos mediante el uso de flashback que explican determinados momentos y situaciones que aclaran la trama presente. Este acierto de estructuración hace que se caiga en un error de ejecución, a mi modo de ver perdonable por lo bien que está “empaquetado” el conjunto, y es que al jugar de manera tan clara con las normas del género….el giro final se ve venir desde el principio. Aun así, es meritorio que no se detenga en ningún instante la historia y siempre intente ir a más y avanzar (incluso cuando para ello tiene que retroceder).

   La producción (Rodar y Rodar, responsables de Los Ojos de Julia) apuesta de manera muy clara por lograr una éxito comercial y para ello recurre de nuevo a Belén Rueda (Mar adentro, Los ojos de Julia, Savage Grace) que esta vez está acompañada por Hugo Silva (Agallas, El hombre de arena, Los amantes pasajeros), Aura Garrido (Promoción fantasma, Planes para mañana) y José Coronado (La caja 507, La vida mancha, Salsa Rosa) (Coronado quizá tenga algún problema de alivio intestinal (tal como nos lo ha hecho saber en determinados anuncios), pero de lo que no hay duda es de que a sus 55 años luce un pelazo!!!!!). Aunque en determinados momentos todos los intérpretes arriesguen y fuercen los personajes (rozando la parodia en algunos instantes) es un tono que le viene muy bien a la cinta y hace que no se estanque en ningún momento.

   Un sorprendente y valiente thriller que me encanta que sea español, ya que normalmente es un género que le asusta a nuestra cinematografía. Una buena apuesta para que la gente vaya al cine, desconecte y se divierta….pasándolo regular.

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CRITICA EL HOBBIT: UN VIAJE INESPERADO (76%)



   Casi diez años después, diecisiete Óscar y tres mil millones de dólares de recaudación, el realizador neozelandés Peter Jackson (Agárrame esos fantasmas, Criaturas celestiales, Braindead: tu madre se ha comido a mi perro) vuelve a la Tierra Media para contarnos el prólogo de lo acontecido en la anterior trilogía que compuso con El Señor de los Anillos.

   Lo que supuestamente debería haber sido sencillo tras los espectaculares resultados obtenidos por Jackson, realizar otra parte, o partes, del libro que da pie a una nueva trilogía (El hobbit); se convirtió en un verdadero infierno contando con diversos problemas en la preproducción (la quiebra de MGM que también afectó al desarrollo de Skyfall (Sam Mendes, 2012), demanda por parte de Jackson a New Line, grabación en formato 3D y con un nuevo formato a 48 fotogramas por segundo en vez de a 24, etc…) que han dejado por el camino al mejicano Guillermo del Toro (El laberinto del Fauno, Hellboy, Mimic) y se han traducido en otra trilogía que llegará de la mano del realizador de The Lovely Bones (2009).

   Esta aventura cuenta con lo mejor (la épica, la espectacularidad, el grandiosismo de la puesta en escena, los efectos especiales) y lo peor (el exceso de personajes, el enfermizo detallismo, la duración, el desequilibrado tempo de las películas…) de la trilogía anterior.

   Jackson deja respirar la película desde el comienzo, esto hace que tarde casi una hora en encontrar el ritmo necesario a la historia, pero una vez encontrado…apabulla casi tanto como los mejores momentos de ESDLA. Esto es bueno y malo, puesto que sobrevuela permanentemente sobre la cinta un halo de “deja vu” que no le beneficia para nada (el pulso y la astucia narrativa que le hubiera impregnado Del Toro, y del que seguramente no se conserve nada, hubiera aportado un soplo de aire renovado a la narración y habría ayudado a disolver las similitudes entre ésta trilogía y la anterior). Pese a esa redundancia de planos y movimientos de cámara la dirección de Jackson no se puede tildar más que de espectacular. Tanto en las secuencias de acción, las pocas que hay en ésta entrega, como las de personajes, la mayoría del metraje, están rodadas con una pasión y una pleitesía por la obra de Tolkien que es, cuanto menos, admirable y destacable.

   El problema que se tiene cuando alguien es un apasionado de determinada obra o tema, es que a menudo se pierde la objetividad y se cae en el “enamoramiento” por la obra, no siendo consciente de los fallos y limitaciones de lo que se tiene entre manos. Esto es lo que, en mi modesta opinión, sucede con el guion de El Hobbit. Escrito a seis manos (dudo de la aportación que haya podido tener Guillermo Del Toro en el proyecto) por Fran Walsh, Philippa Boyens y el propio Peter Jackson (autores de la adaptación de la anterior trilogía), la historia que se cuenta (y se va a contar en el conjunto) pesa demasiado sobre el argumento de ésta entrega. Este desequilibrio se produce, a mi parecer, por la falta de subjetividad y sentido narrativo que se ha tenido al plasmar el argumento de la novela de El Hobbit en la futura trilogía fílmica de El Hobbit (aunque quizá una vez terminada la trilogía, en su conjunto, esto no suceda) y que hace que un espectadro “medio” se pierda entre la catarata de eras, personajes, seres, mundos, etc….

   En el apartado técnico poco se puede decir que no se haya dicho ya, puesto que la gran mayoría del equipo es el mismo de ESDLA. La fotografía de Andrew Lesnie (Soy leyenda, El origen del planeta de los Simios y Oscar en 2002 por La comunidad del anillo), la música de Howard Shore (trilogía ESDLA, El aviador, Promesas del Este) o los efectos especiales de la compañía WETA, son de una espectacularidad y grandilocuencia que te dejan amarrado en la butaca (imagino que en el nuevo formato a 48 fotogramas esa sensación debe ser aún mayor).

   Aunque la parte interpretativa de la película no es algo “demasiado” importante en esta película, tanto por el exceso de efectos visuales como por el maquillaje de la mayoría de actores, si que hay determinados actores que realizan una gran labor. El inglés Ian Mckellen (Verano de corrupción, Dioses y Monstruos, Saga X-men) repite papel e interpretación como el mago Gandalf, así como Christopher Lee (Saruman), Cate Blanchett (Galadriel), Hugo Weaving  (Elrond) o Andy Serkis (genial una vez más como Gollum). En el papel de conductor de la historia y “héroe” de la misma, está el hobbit Bilbo; interpretado una vez más por Ian Holm (El quinto elemento, Alien, el octavo pasajero) en la parte de “anciano” y Martín Freeman (serie Sherlock, Guía del Autoestopista Galáctico) en la parte “joven”, el cual lleva el peso de la película. En éste sentido la película gana con respecto a ESDLA, ya que la entereza dramática de Freeman mejora la inocente (y a veces exasperante) interpretación de Elijah Wood (Maniac, Los crímenes de Oxford, El buen hijo). Pero también es cierto, que pese al notable esfuerzo de Richard Armitage (Capitán América: primer vengador) de ser el “héroe de acción” del film como Thorin, escudo de roble,su personaje no logra convencer y atrapar al espectador como sí que lo hizo la magnífica y entregada actuación de Viggo Mortensen (La teniente O´neil, Promesas del Este, Alatriste) como el valiente e impetuoso Aragon.

   Habrá que esperar al menos 18 meses más para ver el resultado final de ésta nueva trilogía y de la saga en su conjunto (la segunda parte de El Hobbit llegará a las pantallas en las navidades de 2013 y la tercera en el verano de 2014). Además, es obvio que no se puede hablar de ésta película sin compararla con la antecesora trilogía, ya que tiene numerosos puntos en común. Pero se debe hacer el esfuerzo de ver historias diferentes, aunque similares en su contenido que no en su temática. Creo que un cambio de director y una visión algo menos “conservadora” de la historia hubiera mejorado el resultado (sobretodo tratándose de alguien como Del Toro), pero es innegable la capacidad que tiene Peter Jackson para manejarse por el mundo de Tolkien y para narrar las épicas batallas y enfrentamientos que se desarrollan en la obra del escritor. Una visión menos “neozelandesa” hubiera dado otro resultado y otro tipo de película, quizá peor o quizá mejor, pero eso sería………….otra historia/película.

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CRITICA EL MOLINO Y LA CRUZ (78%)


   Su pistoletazo de salida lo puso el Festival de Sundance en enero del año pasado. Luego vendrían otros como el de San Francisco, Nueva York, Río de Janeiro o Toronto. Previo a esta navidades podremos ahora en España disfrutar del estreno de “El molino y la cruz” donde el director polaco Lech Majewski (Wojaczek, Angelus, Metaphysics) firma uno de sus proyectos más ambiciosos a nivel formal donde mediante las técnicas digitales de última generación, la preciosista fotografía a cargo también de Lech junto a Adam Sikora y el diseño de vestuario de Dorota Roqueplo (Moj Nikifor, Prowokator) se intenta buscar que historias esconden algunos de los personajes que se pueden ver en el famoso cuadro “Camino al calvario” del pintor flamenco Pieter Brueghel.

   En este ejercicio cinematográfico el tratamiento que se le ha dado a la imagen es sencillamente genial. Es difícil identificar donde comienza el lienzo y donde el cine. Los interiores, con una iluminación por campos, compone cada uno de los planos como cuadros en si mismos mientras que los exteriores con una luz mucho más difuminada buscan crear un velo de misterio que nos hace dudar si es real o no lo que vemos. El vestuario persigue exagerar la arruga, sobre todo en el caso de las mujeres, creando texturas similares a los cuadros de la época. La composición de interiores busca constantemente puertas o ventas como puntos de fuga y en exteriores la máxima profundidad de campo.

   Es una película que se saborea con los ojos y por ello los diálogos sobran o son escasísimos y la música prácticamente es nula. Caras pocos conocidas conforman un reparto pero tampoco las necesita. Rutger Hauer (Blade Runner, Batman begins) como el pintor Pieter de mirada penetrante que observa a su alrededor y dibuja. Michael York (Austin Power, La fuga de Logan) que interpreta al mecenas de Pieter. Charlotte Rampling (Melancolía, Veredicto final) como la Virgen María.

   Cierto es que nos encontramos con una película no apta para un público masivo y de ahí que allá querido utilizar anteriormente el término “ejercicio cinematográfico”. No es ni mucho menos perfecta. De hecho pienso que en determinadas ocasiones peca de ser extremadamente pasiva, emotiva, poética o si se quiere llamar estática pero esto que tenemos aquí son trabajos muy minoritarios, que usan un discurso que pocas veces se ve, en este caso lleva la idea de “el autor dentro de su obra hasta el límite”, que es complicado poder verlo en pantalla de cine y uno a veces le pide a la cabeza/corazón encontrarse cosas valientes como esta. Un regalo para los amantes de las artes plásticas. Cualquiera de ellas.
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CRITICA LA HIJA DE MI MEJOR AMIGO (43%)


   “La hija de mi mejor amigo” supone el debut cinematográfico de Julian Farino tras una trayectoria bastante explayada en la pequeña pantalla con series como “Entourage (El sequito), nominada a los Emmy, “Flesh and blood” nominada a los BAFTA, “The Office”, “Roma” o “Sexo en Nueva York”. Trabaja sobre el guión que el debutante Jay Reiss escribe junto a Ian Helfer donde se nos cuenta en clave de comedia agridulce la historia de dos matrimonios, vecinos y amigos, y como esta relación se ve radicalmente alterada cuando el marido de uno inicia una relación con la hija del otro.

   El propio director cuenta que lo que pretendía reflejar con este trabajo era como muchas veces para tomar decisiones importantes hace falta que un factor externo aparezca para lograr dar el primer paso. Menciono esto porque viendo la película bajo este prisma uno puede entender un poco más lo que se pretendía buscar con esta historia rocambolesca. A mi modo de ver tiene un detonante que tal y como está planteado me resulta no ya increíble sino peor, inverosímil. Una vez que el punto de partida ya no me lo creo, trato de acomodarme y tal vez pasar un buen rato debido al tratamiento que se le da al tema en forma de comedia, una comedia amarga, pero en el fondo comedia. Creo que carece totalmente de ella. La forma que tiene cada uno de los personajes de encarar la situación: Lo del coro de villancicos, la cara atónita de Oliver Platt, lo del coche arrollando todo, el noviete “hippie” que reaparece para hacer las paces…todo está muy forzado, muy visto, muy todo y más.

   Me temo que todo esto se debe a la formación que del mundo de la televisión viene tanto director como guionistas. Aunque sólo dura hora y media lo que cuenta no da para tanto. Más bien podría tratarse como anécdota o como mucho capítulo de veinte minutos.

   Hay papeles que pasan una vez en la vida y uno tiene la suerte de subirse al tren en el momento oportuno. Esto es lo que hizo el inglés Hugh Laurie con su papel, o mejor dicho papelón, en la multipremiada “House” incluyendo el Globo de Oro. Fuera de aquí su caché como actor es muy normalito pudiendo confirmar esta afirmación viendo su trabajo ahora aquí. Coincidió con Laurie en “House” pero su fama viene por otra serie, “Gossip Girl”. Hablo de la joven Leighton Meester (Desmadre de padre, noche loca). Aunque la química con Hugh es más bien escasa, ella a título individual me parece uno de los puntos fuertes, tal vez el único, en su papel de Nina. Oliver Platt (El desafio- Frost contra Nixon, 2012) o la que veremos en la breve en la notable “Amor y letras”, Allison Janney (American Beauty, Juno) como padres de Nina cargan sobre sus hombros unos personajes carentes de cualquier interés.

   Una película de la que poco más se puede decir porque apenas tiene nada más.

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CRITICA DE ÓXIDO Y HUESO (75%)



   Desgarradora, brutal, impactante y asfixiante película del francés Jacques Audiard (Un profeta, De latir mi corazón de ha parado) que desarrolla una historia dura y sin concesiones (ni al público ni a los personajes) en la que los sentimientos cobran un protagonismo, inusual en estos tiempo, y que los sitúa por encima de cualquier otra cosa. Ante todo, somos personas.

   La película está basada en el libro “De rouille et d´os” de Craig Davison y cuenta con un guion del propio Audiard y de Thomas Bidegain (Un profeta, ¿Y ahora dónde vamos?). Una historia de vaivenes, en la que un día estás en la cima del mundo y al día siguiente en la más profunda oscuridad. Pese al desdibujado empaque final que tiene la película en su conjunto, hay determinadas historias que no terminan de desgarrar como deberían y eso produce una extraña sensación de vacío al terminar la cinta, el guion de Audiard y Bidegain es ejemplar. Ejemplar en la forma en la que trata a los personajes principales (falla en los secundarios y las subtramas); ejemplar en el fondo (sin su contexto, ninguno de los personajes y situaciones  tendría la credibilidad que tiene); y ejemplar en la ejecución (Audiard no tiene miedo a mostrar ni el lado más humano de toda desgracia ni el lado más grotesco de toda “alegría” (esos combates, casi a muerte)).

   Todo esto es posible gracias al gran trabajo del belga, casi desconocido, Matthias Schoenaerts (El libro negro) y el desgarrador aplomo interpretativo de Marion Cotillard (La vida en rosa, Taxi express, Pequeñas mentiras sin importancia). Sin ellos dos, el gran pulso narrativo de Audiard se diluiría como un azucarillo en agua y a su vez, esto demuestra lo buen director de actores que es el realizador francés, capaz de lograr lo mejor de cada uno de ellos en todas sus películas

   Sin ser todo lo redonda que podría haber sido, es un maravilloso alegato hacia la vida y el “seguir adelante” pase lo que pase y le pese a quien le pese. Un soplo de vivencias y vida  con aroma amargo.

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CRITICA UN BUEN PARTIDO (50%)



   Parece mentira que el que esté detrás de esta comedia sea el mismo que logró una merecidísima nominación al Oscar a Will Smith (Ali, Men in black) por “En busca de la felicidad” o rodase la notable “Siete vidas” también con Will. Quiero pensar que el tropezón que esta película supone en la filmografía del italiano Gabriele Muccino es fruto del guión de Robbie Fox (Una novia sin igual) que carece de suficiente tablao y no sabe conjugar el drama personal con una buena comedia romántica sin caer en personajes estrambóticos y situaciones mil veces vistas.

   El punto de partida para esta película al igual que en los dos títulos de Will Smith son el de unos perdedores, unos losers. En este caso George, interpretado por Gerard Butler (300, RocknRolla) ha colocado su vida profesional por encima de lo personal. Ahora debe madurar y darse cuenta de lo que de verdad importa.

   Gabriele demuestra que sabe moverse en el drama personal como ya hizo en trabajos anteriores y es este punto donde radica el único interés de la cinta. Son interesantes las intervenciones que surgen entre el personaje de Butler y su hijo o entre éste y Jessica Biel (El ilusionista, el equipo A) y que ciertamente destilan química. Biel para mi está francamente bien en su papel a pesar de que todo a su alrededor se desmorona y Butler no me parece mal actor en roles como el de Leonidas o “Un ciudadano ejemplar”, pero creo que con “La cruda realidad” y ahora esta debería plantearse mejor que comedias escoger.

   Hasta aquí todo bien. El problema lo encontramos fuera del trío protagonista, del núcleo familiar. Llega con la supuesta comedia en donde todo se vuelve zafio y repetitivo. Ello desemboca en un pasadísimo Dennis Quaid (Frequency, Dragonheart), unas actrices como Catherine Zeta-Jones (Chicago, Traffic) o Uma Thurman (Kill Bill, Gattaca) que uno no llega a entender muy bien el porque están ahí, y para los que busquen la comedia romántica un desenlace que roza casi el “Deux ex machina”, en donde todo se tiene que resolver porque así lo dice las convenciones del género donde nos movemos. Nunca el perdón llego tan deprisa como aquí. Compruébelo!.

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CRITICA SIN TREGUA (70%)



   Las películas sobre policías siempre son un jugoso marco en el que encuadrar una película, puesto que las variantes que se pueden realizar son tan amplias que casi siempre sale, al menos, un película decente.

   El director David Ayer se ha convertido en un especialista en este terreno tras realizar los guiones de la galardona Training Day (Día de entrenamiento, 2001) o Dark Blue (protagonizada por Kurt Russell, 2002) y dirigir la entretenida Dueños de la calle (Street Kings, 2008). En esta ocasión, Ayer juega mucho más con los formatos de realización (aportando un tono mucho más documental e impactante) y se centra en los personajes de la película descuidando un poco la historia. Este descuido (y la falta de originalidad de la propuesta) empaña el buen regusto que se queda tras ver la película.

   La cinta está protagonizada por Jake Gyllenhaal (Brothers-Hermanos, Código fuente, Brokeback mountain) y Michael Peña (Shooter: El tirador, Babel, World Trade Center). La química que respiran los dos protagonistas es el éxito de la credibilidad de todo el conjunto. Las reacciones, las situaciones, las bromas, todo está tan bien medido e interpretado por ellos dos que hace que la cinta evolucione por si misma, pese al esquemático guion. En un pequeño papel aparece la guapa actriz Anna Kendrick (La saga Crepúsculo, Up in the air, Directo a la fama, 50/50) que como siempre, está fabulosa y deja momentos de una simpleza interpretativa extraordinaria (las reacciones en casa de Taylor (Gyllenhaal), la fiesta en la que se presenta a Zavala (Peña) y la mujer de éste Gabby (Natalie Martinez)).

   Extraordinaria película de acción con unos actores en estado de gracia que otorgan la etiqueta de “pequeña joya” a la cinta y que hace que esperemos con ansia el siguiente proyecto de su director.

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CRITICA EL DOBLE DEL DIABLO (57%)



   Dirigida por el neozelandés Lee Tamahori (Guerreros de antaño, La hora de la araña, Muere otro día), El doble del diablo es la recreación de la vida del que fuera doble (aparecía en los actos públicos peligrosos o que simplemente el protagonista no quería parecer) del malvado y sádico hijo de Saddaam Hussein, Uday Hussein. Intentando parecerse a un Scarface moderno, Tamahori se pierde en la pomposidad del lujo que rodeaba a los protagonistas y no sabe distanciarse de los personajes de una manera adecuada para poderse identificar con ellos. Pese a todo demuestra que no ha perdido ese gran pulso narrativo que le hizo dar el salto a Hollywood y que le llevó a realizar la que, para mí, es su mejor película hasta la fecha: El desafío (The edge, 1997).

   La película merece la pena visionarla, sobretodo, por la buena actuación que hace el inglés Dominic Cooper (Mi semana con Marilyn, An education, Abraham Lincoln: Cazador de vampiros) en el doble papel de Uday Hussein y Latif Yahia (autor del libro en el que se basa la película). El resto de intérpretes pasan casi desapercibidos en esta orgía de violencia y lujo, llegando incluso a molestar en la película, como el personaje de la francesa Ludivine Sagner (La piscina, Mesrine: L´ennemi public nº1), porque no aporta absolutamente nada y realiza una actuación demasiado forzada para la época y el contexto (plagia todo el look de la cantante Lady Gaga, sin ningún sentido lógico).

   Una oportunidad para redescubrir el poder visual de Tamahori y la capacidad interpretativa del joven Dominc Cooper (obviamente, sobretodo, en su versión original en la que la diferencia de acentos y de timbres vocales que demuestra son espléndidos).

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CRITICA EL CHEF, LA RECETA DE LA FELICIDAD (49%)



   Tras el tremendo éxito que cosechó tanto de crítica como público “Intocable” cualquier ocasión es buena para aprovecharlo. Ejemplo de ello es “El chef. La receta de la felicidad”, una comedia francesa que más que ligera habría que decir ligerísima debido a un guión bastante flojete que arroja un constante Deja vu con aquella comedia española, “Fuera de Carta”, pero que para sopesar esto e intentar hacer más llamativo el cartel, se inserta el texto que dice: “Una deliciosa comedia de los productores de Intocable”…

   Con mejor o peor fortuna pero siempre con un mínimo de calidad el cine francés durante los últimos años se ha sabido mover estupendamente por la cartelera: “Intocable”, “Nada que declarar”, “Los chicos del coro”, “La guerra de los botones”, “22 balas”, “Los seductores”, “Les Lyonnais”. “El Chef, la receta de la felicidad” no es una mala película ya que es ligera, divertida (sensacional la escena de los disfraces o el cameo de Santiago Segura (Torrente, La chispa de la vida, El oro de Moscú)) y amena, pero se nota que el guión que escribe Daniel Cohen (Les deux monde), además de dirigir, plantea unos conflictos muy básicos y los desarrolla de manera muy parecida a la estupenda comedia de Javier Cámara. Los vimos aquella película podemos de una manera fácil ir adivinando lo que va a ocurrir, paso por paso, ahora en esta. En cambio, lo bueno que tiene el cine francés, y relacionándolo con el inicio de este párrafo, es que a pesar de tener un guión pobre y con reminiscencia a… sabe, sea bien por los actores, ritmo o la forma de plantear las situaciones salvar una película, salvar esta película. Con esto pongo de ejemplo esa escena en la cual el personaje de Jacky da clase de cocina mediante una web cam a los cocineros de una residencia y es pillado por su mujer. Es una escena muy sencillita, tremendamente divertida, muy bien planteada y funciona muy bien. Detalles que hace que uno no pierda el interés.

   En el apartado interpretativo siempre es un placer volver a encontrarse con el un tanto desaparecido Jean Reno (León, Ronin, 22 balas) que hace una estupenda pareja con Michael Youn (Lucky Luke, Fatal) cuyo humor surge precisamente del contraste de personalidades, el cínico y el idealista, el duro y el blando, Bud Spencer y Terence Hill.

   Es corta, tiene humor y ayuda a desconectar de las ajetreadas compras navideñas. Bon appetit!

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CRITICA DAMISELAS EN APUROS (33%)



   Hay veces en que no sabes (o puedes) enfrentarte a una película en las condiciones necesarias, eso hace que no “entres (conectes)” en la película y por ello no puedas disfrutarla o valorarla tal y como se merece. Con Damiselas en apuros (Horrible título) me ha pasado exactamente eso, no entré en su humor y en su ritmo hasta bien entrada la película lo que influye en mi valoración de una manera.

   Un grupo de universitarias obsesionadas con la moda se hacen amigas de una chica a la que enseñan su equivocada forma de ayudar a la gente. Cuando a la muchacha le sale un pretendiente, el grupo desconfía de sus intenciones.

   El director Whit Stillman (catorce años después de la simpática The last days of disco) conjuga de manera irregular la comedia de adolescentes universitarios con la acidez de las comedias independientes (muy en la línea del cine de Wes Anderson). Esta mezcla no funciona demasiado bien en el guion (del propio Stillman), que pese a estar repleto de guiños y juegos de palabras ingeniosos no son aprovechados por sus intérpretes como debería (a excepción de Greta Gerwig). De esto creo que tiene culpa la labor de dirección que hace Stillman, que no deja claro hacia donde quiere llevar la película y eso hace que en determinados momentos los actores parezcan perdidos.

   A mi parecer, lo más destacable de la película es la actuación de Gerwig (A Roma con amor, Greenberg, Sin compromiso)  que abraza el personaje y lo hace suyo con una facilidad digna de mención y que sobresale muy por encima del resto de actores, gracias sobretodo, a que es el único personaje que parece estar un poco más trabajado y desarrollado sobre el papel.

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CRITICA OPERACIÓN E (61%)



   El mundo entero espera que, gracias a una operación especial, las FARC liberen a un niño. Lejos de las cámaras, un campesino, para sobrevivir y mantener unida a su familia, lucha en solitario contra gobierno y guerrilla para salvar su vida, la de su familia…y la del niño.  

   Prácticamente el 90% de la película Operación E son los hechos reales sufridos por el campesino José Crisanto, José Crisanto es Luis Tosar. No vamos a descubrir desde estas líneas la capacidad interpretativa de Tosar (Los lunes al sol, Te doy mis ojos, Corrupción en Miami) pero, una vez más, demuestra que es un titán interpretativo. Compone un personaje (con la ayuda del propio José Crisanto) que lleva la película a otro nivel emocional (el acento colombiano, los gestos, la mirada….). Tosar es sin dudarlo uno de los mejores intérpretes actuales y lo demuestra con este cambio de registro (alejándose completamente de los roles oscuros que ha interpretado últimamente) y aguantando el peso de una película tan compleja como ésta sobre sus hombros.

   El hispano francés Miguel Courtois (G.A.L., El Lobo) dirige la historia de manera realista, documental en muchos momentos, manteniendo en todo momento un gran pulso narrativo y haciendo un gran uso de los elementos naturales como elementos principales de la historia (las ciudades, las gentes, la selva, etc…). Se nota demasiada contemplación en la forma en la que Courtois filma la película y eso reduce, en parte, la calidad del producto final.

   Como elemento más flojo de la película se sitúa el guion de Antonio Onetti (El lobo, G.A.L.). No tanto por la historia, que impacta y cautiva de forma desgarradora por si misma, sino porque el poso que deja la película es que durante 100 minutos te han estado machacando en el ring, pero en el último asalto, al final, no te han noqueado”. La historia por sí misma es tan dura e impactante que el “suavizarla” o “digerirla” para el público le quita parte de esa dureza y fuerza que la hubieran ayudado a mejorar el conjunto.

   Una muy buena propuesta de cine social y comprometido, que acercará al gran público un conflicto tan cercano y desconocido como el que sufren los ciudadanos colombianos que deben someterse ante la fuerza y el poder de los terroristas de las FARC.

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CRITICA LA VIDA DE PI (65%)



   Adaptación de la novela homónima escrita por el canadiense Yan Martel, publicada en 2001, donde se narra la historia de Piscine “Pi” Monitor Patel, y como consiguió sobrevivir durante 227 días en el Pacifico después del naufragio de su barco, a bordo de un bote junto a Richard Parker….un tigre de Bengala.

   Es difícil encontrar un nexo que una la camaleónica filmografía de Ang Lee (Sentido y sensibilidad, Hulk, La tormenta de hielo, Tigre y dragón, Brokeback Mountain). Si me preguntan a mí que denominador común encuentro destacaría en primer lugar la cuidadísima dirección de actores y fruto de ello una veracidad en lo que cuenta (Heath Ledger vs Jake Gyllenhall o Tony Leung vs Joan Chen), una visión muy particular (Esa visión tan personalísima  que nos dio de del personaje de Marvel, “Hulk”, siendo para mi muy superior a su continuación o “Tigre y Dragón” donde combina el cine de artes marciales con el lirismo más poético) y por último conseguir que ambas características no se pierdan ruede en China o EE.UU.

   Con una nominación por el fantastico guión de “Descubriendo nunca jamás”, David Magee es el encargado de adaptar la novela. Tal vez fruto del libro, la película peca de dos errores que van conectados: Una falta de empatía hacía lo que se cuenta y fruto de ello un empacho visual. Me imagino que Ang Lee habrá decidido tomar las riendas de este proyecto porque le parecería un reto el combinar en una misma película una historia de supervivencia (en muchas ocasiones dura) con un realismo mágico en su máxima expresión. También le sirve para construir una interesante reflexión sobre el hombre, la fe, la religión o más bien las religiones, su interpretación y la búsqueda del hombre de “algo más”…. pero creo que para hablar de todo ello el filtro que usa, el debutante Suraj Sharma (en un principio pensado para Tobey Maguire (Spiderman) pero finalmente rechazado por ser demasiado conocido), es el principal problema de que la historia no avance correctamente debido a su falta, no tanto de credibilidad del actor, como de carisma. De las dos horas de duración, casi la mitad se desarrolla con tres elementos: Suraj, un bote y un tigre de Bengala. El actor no tiene la capacidad del sostener sobre su espalda una película como esta. De hecho, gran parte del merito de que la cinta no aburra es la presencia de Richard Parker dando lugar a divertidas y a veces no tan divertidas situaciones. Una película como por ejemplo “Naufrago” juega con piezas parecidas pero Tom Hanks (Forrest Gump, Philadelphia) se come la pantalla, Suraj no llega.

   Lo que en cambio no se puede negar es que igual que consiguió en “Tigre y dragón imágenes emblemáticas como el duelo final dejándose sostener por cañas de bambú, ahora Ang Lee lo eleva a la enésima potencia fortalecido por usos puntuales del 3D que acentúan la acción e incluso en determinadas secuencias se atreve a jugar con el propio formato. La preciosista fotografía de Claudio Miranda (El curioso caso de Benjamín Button, Tron:Legacy), donde cielo y mar en ocasiones se llegan a tocar, conjuga colores y una profundidad que se pierde a lo lejos. Mientras tanto, el trabajo de Fx que hay detrás es asombroso donde es difícil distinguir el CGI de la imagen real. En este sentido espectacularidad y belleza van de la mano.

   Una película que en mi opinión está tremenda descompensada. Me parece un trabajo hecho por un artesano pero con herramientas, algunas de ellas, defectuosas. Aún así es una cita que si uno puede debe ver.
 
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CRITICA INVASOR (55%)



   El cine de acción no suele prodigarse demasiado en nuestra filmografía ya que es un cine con unos costes muy altos y que requiere de mucha financiación. Uno de los pocos directores que se han arriesgado en este género es Daniel Calparsoro, que ya en 2002 dirigió la fallida Guerreros.

   Tras un tiempo dedicado a la televisión (¿falta de financiación?), Calparsoro vuelve al cine con ésta arriesgada propuesta. Invasor es una película de acción que funciona muy bien (toda la parte de Irak que es excelente y es donde el director se maneja mejor) pero que se convierte en un thriller que no sabe por donde salir (sobretodo porque no se sabe muy bien como ha llegado ahí), con la llegada de los militares a España.

   El guion de Javier Gullón (Hierro, El rey de la montaña) y Jorge Arenillas (Historias para no dormir) hace más que aguas por todas partes. Está lleno de incongruencias y saltos que no tienen ningún sentido y que denotan un intento de copia (a todos los productos estadounidenses que nos llegan) que es completamente fallido (el falso patriotismo, el personaje de Elejalde, la relación entre los personajes principales) por no saber dotarle de personalidad propia (el vestuario de Elejalde???).

   La cinta está protagonizada por un sobrevalorado Alberto Ammann (Lope, Celda 211) y un desaprovechado Antonio de la Torre (Primos, Balada triste de trompeta), en roles secundarios aparecen un perdido Karra Elejalde (Los sin nombre, Airbag) y una Inma Cuesta (Primos, La voz dormida) que hace lo que puede con el papel que le han dado. Aunque interpretativamente la cinta debería funcionar, el irrisorio guion hace que los personajes queden completamente desdibujados e incluso a veces caigan en sinsentidos (las pasadísimas reacciones de Elejalde casi en cada momento de la película).

   El apartado técnico es dónde la película más luce y destaca, puesto que tanto la vistosa y efectiva fotografía que usa Daniel Aranyó (Tres metros sobre el cielo, Los últimos días) como la siempre excelente música de Lucas Vidal (El enigma del cuervo, La fría luz del día) ensalzan el resultado del producto y mejoran su factura notablemente.

   Invasor deja claro que la clave SIEMPRE es un buen guion y que sobre él hay que desarrollar cualquier producto, más si cabe cuando en televisión se hacen series con la calidad de Homland. que deja en pañales un producto de éstas características.

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