CRITICA MÁTALOS SUAVEMENTE (73%)

   Andrew Dominik brinda al espectador su tercer trabajo, en doce años, tras la notable Chopper (con un excelente Eric Bana) y la magnífica El asesinato de Jesse James por el cobarde de Robert Ford (en la que también participaba Brad Pitt).

   Dominik tiene un pulso narrativo peculiar, directo, frío, preciso (incluso a veces distante), en el que muestra de manera sobria y soberbia el contexto en el que se mueven los personajes de sus películas. Sumerge al espectador en la trama de manera calculada y quirúrgica mediante un hábil manejo de la cámara y una, a veces, complicada estructura de muchas de las secuencias…Pero hay veces que ese calculado “voyerismo” se torna tan brutal que está impostado en la historia, sobresale por encima de ella y le arrebata protagonismo. Éste es uno de esos casos y hace a la película perder fuerza ya que el director plaga la pantalla de personajes, situaciones, escenarios….y no determina (hasta bien entrada la película) el papel y el protagonismo que tienen cada uno de ellos en la historia.

   Este exceso de verborrea de imágenes, unido a un guion “mejorable” por la originalidad de la trama sobre todo (recuerdo la maravillosa Antes que el diablo sepas que has muerto que con poquito más, hacía mucho más) escrito por el propio Dominik y adaptando una novela de George Higgins, forma un producto complicado de vender y sobretodo de hacer creer al espectador (medio).

   La parte interpretativa es donde la película eleva su nivel de manera exponencial al contar con intérpretes tan consagrados como Ray Liotta (Uno de los nuestros, Identidad, Narc), Richard Jenkins (The visitor, Hermanos por pelotas, El núcleo) James Gandolfini (La genial Los soprano, The mexican, Asesinato en 8mm). Pero obviamente domina la película (irrumpiendo en pantalla a ritmo de Johnny Cash) Brad Pitt (El río de la vida, Una rubia entre dos mundos, Spy game), en un papel que demuestra, una vez más, que es una bestia interpretativa, y que le permite desarrollar su faceta menos comercial y en donde él más a gusto se siente.

   Después de ver la película la sensación que me ha quedado es que es como un gran vino de una añada excelente, que por determinados elementos no llega a ser todo lo que debería ser, pese a contener todos los elementos necesarios. Pese a todo es una propuesta excelente que trata al espectador como adulto y que le propone un arriesgado juego de violencia y moralidad mostrándole una realidad económica paralela a la que la mayoría de la gente tenemos. Imprescindible, pero claramente mejorable.