CRITICA LA VIDA DE PI (65%)



   Adaptación de la novela homónima escrita por el canadiense Yan Martel, publicada en 2001, donde se narra la historia de Piscine “Pi” Monitor Patel, y como consiguió sobrevivir durante 227 días en el Pacifico después del naufragio de su barco, a bordo de un bote junto a Richard Parker….un tigre de Bengala.

   Es difícil encontrar un nexo que una la camaleónica filmografía de Ang Lee (Sentido y sensibilidad, Hulk, La tormenta de hielo, Tigre y dragón, Brokeback Mountain). Si me preguntan a mí que denominador común encuentro destacaría en primer lugar la cuidadísima dirección de actores y fruto de ello una veracidad en lo que cuenta (Heath Ledger vs Jake Gyllenhall o Tony Leung vs Joan Chen), una visión muy particular (Esa visión tan personalísima  que nos dio de del personaje de Marvel, “Hulk”, siendo para mi muy superior a su continuación o “Tigre y Dragón” donde combina el cine de artes marciales con el lirismo más poético) y por último conseguir que ambas características no se pierdan ruede en China o EE.UU.

   Con una nominación por el fantastico guión de “Descubriendo nunca jamás”, David Magee es el encargado de adaptar la novela. Tal vez fruto del libro, la película peca de dos errores que van conectados: Una falta de empatía hacía lo que se cuenta y fruto de ello un empacho visual. Me imagino que Ang Lee habrá decidido tomar las riendas de este proyecto porque le parecería un reto el combinar en una misma película una historia de supervivencia (en muchas ocasiones dura) con un realismo mágico en su máxima expresión. También le sirve para construir una interesante reflexión sobre el hombre, la fe, la religión o más bien las religiones, su interpretación y la búsqueda del hombre de “algo más”…. pero creo que para hablar de todo ello el filtro que usa, el debutante Suraj Sharma (en un principio pensado para Tobey Maguire (Spiderman) pero finalmente rechazado por ser demasiado conocido), es el principal problema de que la historia no avance correctamente debido a su falta, no tanto de credibilidad del actor, como de carisma. De las dos horas de duración, casi la mitad se desarrolla con tres elementos: Suraj, un bote y un tigre de Bengala. El actor no tiene la capacidad del sostener sobre su espalda una película como esta. De hecho, gran parte del merito de que la cinta no aburra es la presencia de Richard Parker dando lugar a divertidas y a veces no tan divertidas situaciones. Una película como por ejemplo “Naufrago” juega con piezas parecidas pero Tom Hanks (Forrest Gump, Philadelphia) se come la pantalla, Suraj no llega.

   Lo que en cambio no se puede negar es que igual que consiguió en “Tigre y dragón imágenes emblemáticas como el duelo final dejándose sostener por cañas de bambú, ahora Ang Lee lo eleva a la enésima potencia fortalecido por usos puntuales del 3D que acentúan la acción e incluso en determinadas secuencias se atreve a jugar con el propio formato. La preciosista fotografía de Claudio Miranda (El curioso caso de Benjamín Button, Tron:Legacy), donde cielo y mar en ocasiones se llegan a tocar, conjuga colores y una profundidad que se pierde a lo lejos. Mientras tanto, el trabajo de Fx que hay detrás es asombroso donde es difícil distinguir el CGI de la imagen real. En este sentido espectacularidad y belleza van de la mano.

   Una película que en mi opinión está tremenda descompensada. Me parece un trabajo hecho por un artesano pero con herramientas, algunas de ellas, defectuosas. Aún así es una cita que si uno puede debe ver.
 

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