INFIERNO BLANCO

ESTRENO 17/02/2012

   Una vez más tenemos el placer de disfrutar en la gran pantalla del actor Liam Neeson (La lista de Schindler, El Equipo A, Love Actually). Con una película de acción, thriller y aventuras bajo cero, The Grey (título original traducido aquí a Infierno Blanco) cuenta la historia de supervivencia de un grupo de trabajadores de una refinería de petróleo que sufre un accidente de avión quedando aislados en las remotas montañas de Alaska. Tendrán que sobrevivir a las gélidas temperaturas y aún peor,  a la amenaza de los lobos que habitan allí. Los mismos lobos que Ottway (Liam Nesson) se encarga de matar para proteger a los trabajadores. La historia del cazador cazado.
 
   Nos enfrentamos a una película de esas en las que el espectador comparte al cien por cien las vivencias de los personajes, la angustia, el dolor, el miedo, e incluso el frío. Por cierto, decir que el rodaje tuvo lugar en Canadá (British Columbia) y tuvieron que rodar a temperaturas extremas de cuarenta grados negativos. Además, las escenas de tormentas no fueron hechas con efectos visuales sino que aprovecharon las inclemencias del tiempo para grabarlas.
 
   La película además de la supervivencia física supone una supervivencia personal, mental. El ser humano llevado hasta el límite. El eterno dilema de la fe, de creer cuando más se necesita estar apegado a algo, suplicar por la ayuda divina. Intentar luchar para sobrevivir o rendirse a la muerte perdiendo la última esperanza.
 
   El guión, a priori, parece sencillo. Ya son muchas las historias que nos han contado sobre supervivencia en situaciones extremas, pero si desmenuzamos poco a poco la historia vemos detalles de calidad en las subtramas. La película está llena de paradojas contradictorias. Un hombre que busca como única solución a su vida el suicidio y sobrevive a un accidente. Se gana la vida matando lobos, los mismos que ahora amenazan con matarle. Paisajes maravillosos, idílicos que se convertirán en el cementerio de los supervivientes. Aferrarse a la vida sabiendo que es muy poco probable que sobrevivan.
 
   La dirección corresponde a Joe Carnahan (Ases Calientes), que ya había compartido película con Liam en “El Equipo A”. Carnahan nos deleita con varias escenas dramáticamente muy fuertes e intensas. Destacar el momentazo de la película que a mi entender es lo que engancha al público y lo introduce en la trama de forma magistral y brutal al mismo tiempo. La escena del accidente de avión. No pierdan detalle. Es espeluznante.
 
   Los sonidos y la ausencia de estos son muy importantes, sobre todo cuando aparecen los lobos. Solemos oírlos antes que verlos y el efecto que provoca es de mayor alerta y suspense.
 
   Mención a parte es la interpretación del señor Neelson. Una mezcla de ternura, pena, conformidad, nostalgia, perdida. Tiene la capacidad de hacernos pasar por todas esos sentimientos por los que atraviesa su personaje. Hasta cuando hace de malo nos gusta.
 
   En general es una película emocionante que te mantiene en el filo de línea entre el optimismo y el pesimismo. Tiene momentos de mucha espectacularidad tanto de dirección como de interpretación, sobre todo hacia el final. Aprovechen y vayan a verla ahora que hace este frió polar. Comparado con lo de la peli, esto es un tiempo veraniego.

CRISTINA VARO (@Cris_Varo)

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