CRÍTICA ¿Y AHORA ADÓNDE VAMOS? (72%)

ESTRENO 02/03/2012

   El próximo viernes llega a los cines españoles la segunda creación de la directora libanesa Nadine Labaki. Se dio a conocer con la exitosa “Caramel” y ahora vuelve con otro largometraje “¿Y Ahora adónde vamos?”. Dirige, actúa, produce y escribe el guión de esta película que cuenta la vida de unas mujeres que se inventarán todo tipo de trucos para evitar que los hombres inicien una guerra entre los que son musulmanes y cristianos.

   Podemos caer en el error de considerar que es otra película más sobre el conflicto entre religiones, pero si ahondamos un poco descubrimos que estamos ante una muestra de creatividad, arte y destreza por querer mostrarlo desde otro punto de vista. Un punto de vista diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, ya sea en dramas llenos de violencia explícita, películas documentales… que al fin y al cabo reflejan la cruda realidad pero que nos hacen mirar hacia otro lado. En este caso es un acierto el querer contarlo como una comedia. Creo que ahí está el éxito y la dificultad ya que utilizar el humor sobre un tema como éste puede llegar a ser ofensivo o grotesco. Labaki logra la simbiosis perfecta entre lo dramático y lo cómico. Y todo mezclado con números musicales llenos de color, alegría y romance donde nos enseña la labor de sacrificio y el amor que las mujeres de ese pueblo (no se especifica cual) profesan hacia los intereses comunes y no particulares, aún sabiendo que cerca de allí está comenzando el conflicto.

   El guión no tiene desperdicio. La forma en la que están unidas las tramas y la resolución de las mismas están muy logradas además de ser divertidas. El peso de la película recae sobre las mujeres. Tolerancia, unidad, compañerismo, protección… Estas mujeres representan la fuerza y el sacrificio que le falta al mundo para poder cambiar las cosas. La construcción de los personajes es realmente interesante, mujeres pícaras, sin miedo, que luchan por lo que quieren, y que toman las decisiones más alocadas y divertidas. Diálogos muy ágiles y con mucho sentido del humor, escenas conmovedoras y pequeños golpes de realidad que nos recuerdan que no debemos olvidarnos del trasfondo de la historia.

   Es una película para la reflexión. Se plantean cuestiones como el origen de los conflictos, esas diferencias nimias que matan a personas y que provocan guerras. La pura simplicidad de resolverlos si dejamos a un lado los intereses y la apelación a los instintos más animales del hombre.

   Quisiera destacar varias escenas que me han llamado la atención. La primera de ellas corresponde al comienzo de la película. No diré nada para no desvelar, simplemente les emplazo a que disfruten, se asombren e incluso se emocionen con un paso fúnebre. Y la segunda corresponde al momento más dramático de la cinta. Sorprenderte la forma de resolver la escena de máximo dolor para una de las mujeres. Nos encontramos con el momento que resume a la perfección la idea de la película de unidad y sacrificio por un mismo fin, la paz.

   La música es obra del compositor Khaled Mouzannar que aporta a la película la unión perfecta entre lo sonoro y lo visual. Ya colaboraron juntos en la anterior cinta Caramel, dejando patente la buena “sintonía” entre ambos.

   A todos nos gusta el cine comercial y de superproducciones pero a veces hay que dar oportunidad al cine independiente, comprometido y de concienciación.  Creo que es de admirar el trabajo que hace esta mujer libanesa mostrando un mundo conflictivo de forma que durante casi dos horas el espectador está con una sonrisa en la cara. Es una película que nos abre los ojos y nos invita a la reflexión tanto en el fondo de la historia como en la forma de hacer cine.

CRISTINA VARO (@Cris_Varo)


  

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