LA MUJER DE NEGRO

ESTRENO 17/02/2012


   La mujer de negro, basada en la novela homónima de Susan hill, adaptada por Jane Goldman (Stardust, Kick-Ass) colaboradora habitual del director Matthew Vaughn (X-Men: Primera generación) supone la primera película de su director James Watkins (cierto es que antes había rodado Eden Lake pero debido al desconocimiento por una gran mayoría de este título podemos considerar éste su gran debut) así como la prueba de fuego de Daniel Radcliffe (Saga Harry Potter) de ver como se desenvuelve fuera del papel del joven mago que le catapultó. El resultado es una cinta bastante digna, con un acabado que bebe de las producciones de la Hammer que tan populares se hicieron en los años 60 pero que no convence por…ese final. 

   Daniel interpreta a un joven abogado, Arthur Kipps, que tiene que acudir a un pequeño pueblo para cerrar la venta de una antigua casa cuyo dueño acaba de fallecer. Al llegar al lugar, comienza a notar la reticencia de la gente a ayudarle en cualquier tema que tenga que ver con la casa.

   El primer interés al que uno se enfrenta a este título es ver como se desenvuelve el ya no tan joven Daniel en papeles que no tengan nada que ver con Potter. Es cierto que había leído que meses atrás se había subido al escenario para interpretar la obra de teatro Equus de la que recibió buenas críticas no sin cierta controversia por un desnudo…críticos que se escandalizan, lo que ya me hizo vaticinar que el chaval se defendería bien en futuros proyectos. Y así es. El papel que aquí ofrece no es extremadamente complejo pero conjuga bien la fragilidad del personaje por un suceso acaecido en su vida personal con el thriller sobrenatural propiamente dicho. Un apunte que debo hacer como impresión personal es que yo hubiera escogido para el papel que hace, tal vez, a un actor un poco mayor. Se me hace un tanto raro, por su caracterización, que este personaje ya esté casado, en un despacho de abogados bastante prometedor…esto no va en detrimento ni de la historia ni tampoco de la verosimilitud del personaje pero es un dato que un servidor le chocó.  El resto del casting se ha optado por caras más o menos desconocidas a excepción de Ciarán Hinds (Munich, La Deuda) que es el típico secundario que te suena su cara, no sabes muy bien donde le has visto pero que el tío cumple.

   A nivel formal llama la atención el cuidado que ha puesto Tim Maurice-Jones (Snatch, Lock and Stock), Kave Quinn (Trainspotting, Layer Cake) y Marco Beltrami (Scream, La jungla de Cristal 4.0) con la luz, diseño de producción y música respectivamente, para crear la atmósfera que rodea a toda la película. Una atmósfera muy similar a Sleepy Hollow de Tim Burton (sólo hay que ver la escena donde Arthur se despide de su hijo en la puerta de su casa o el ático donde abre la película. Que bien le hubiese venido a La mujer de negro rodarla en blanco y negro, verdad?.). Tanto la de Burton como esta son un homenaje a clásicos producidos por la Hammer como Drácula, Frankenstein o La Momia en donde un alo de irrealidad baña a toda la cinta. En este caso que nos ocupa el homenaje es clarísimo en cuanto que la productora que está detrás del proyecto es la propia Hammer.

   El guión se mueve dentro del género que podríamos llamar “casas encantadas”. En este sentido no aporta nada nuevo a lo ya visto pero lo hace bien, con una realización bastante convencional pero acorde a lo que se cuenta, dosifica bien el suspense (creo que en esto ayuda mucho las localizaciones que se han escogido entre las que destaco por su belleza a la par que un tanto surrealista la carretera que une el pueblo con la casa), el ritmo reconozco que tal vez es algo lento para este género, cercano más al cine europeo que el americano, y predomina más el silencio que el diálogo pero todo va acorde con esos paisajes gélidos donde se nos narra la historia. Es una cinta donde predomina más los momentos carentes de música que sólo entra en momentos muy puntuales, recurso que ayuda a que la tensión vaya in crescendo, pero sobre todo, y esto le veo un logro con respecto a los muchos títulos que pasan por las carteleras y que me dejan indiferente, hay escenas de miedo muy bien conseguidas. En definitiva, es una cinta cuidada, con cierto nivel.

   Pero cual es la sorpresa cuando veo todo tan cuidado, me he pegado un par de sustillos mu majos contempla la forma de concluir la historia. No hablamos de un final malo o inverosímil, porque no lo es, es un final insulso, insípido. Es lógico, pero a la vez te quedas sin saber que pensar. Me parece que todo lo que va sembrando con buenas intenciones a lo largo de la hora y media de duración se desinfla provocando que el espectador no sepa inclinarse entre “me han tomado el pelo” o “Vale!, me gusta….”. Decidlo vosotros. Si os sirve de consuelo escribo esta líneas habiendo dejado un par de días desde su visionado para reflexionar y sigo pensando lo mismo…
F.J




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